El agua y la importancia de su caracterización

Los fluidos de perforación base agua, deben tener un constante monitoreo de sus propiedades fisicoquímicas, para garantizar una operación segura.

Dependiendo del tipo de perforación, las características geológicas y los objetivos los parámetros o valores recomendados de un fluido pueden variar, pero en líneas generales estos serian los requisitos mínimos que debe cumplir un lodo.

Al momento de diseñar un lodo, se hace énfasis en la calidad del agua, ya que es la primera sustancia que se agrega a la tina de perforación y en la que se disuelven el resto de aditivos necesarios para perforar de manera óptima.

El agua posee características que tienen que ser monitoreadas antes de agregar el resto de aditivos: pH, Dureza

Estas propiedades fisicoquímicas al no estar en los rangos correctos, puede traer consecuencias que afectaran la calidad y eficiencia del lodo.

El ph como se mencionó anteriormente tiene que estar en un valor alcalino, normalmente las aguas de perforación tienen un valor acido de 5 o 6, debido al origen de las mismas, por ello este valor debe ser evaluado previamente porque un agua acida, no permitirá que los aditivos que se agregan al lodo no se disuelven correctamente y también se ocasiona corrosión el las herramientas y equipos metálicos que entren en contacto con el lodo.

La dureza o agua dura se refiere al agua que contiene un alto nivel de minerales, en particular sales de magnesio y calcio, por lo tanto, cuando un agua es dura se refiere a que la suma de las durezas individuales debidas a los iones de calcio, magnesio, estroncio y bario en forma de carbonato o bicarbonato están presentes, el origen de esta dureza va a depender del origen del agua que utilizaremos.

Cuando tenemos un agua acida y/o, con dureza se recomienda utilizar soda ash como aditivo para corregir estos valores, la cantidad de 0.5 kg a 1kg por cada metro cubico de agua, mezclando por cinco minutos, medimos valores y si están dentro de los rangos recomendados procedemos a agregar los aditivos y continuar con la elaboración de nuestro lodo.
Por lo tanto, un fluido de perforación no debe ser:

• Toxico porque perjudicaría nuestra salud y al medio ambiente.
• Corrosivo porque dañaría las herramientas y acortaría su vida útil.
• Inflamable porque aumenta los riesgos de accidentes.